La perversidad de Inglaterra contra Venezuela
Publicado: 11/11/2023 05:00 AM
Si hay algún país que haya mantenido una conducta perversa
contra Venezuela, tiene un nombre: Inglaterra. A través de la historia su
conducta de alguna manera ha dejado heridas que todavía sangran y en pleno
Siglo XXI, continúa adoptando medidas que nos afecta como República y como
pueblo llano.
Son varios los episodios que podemos recordar y relatar para
ilustrar lo que afirmo:
Inglaterra pirateo nuestras costas y destruyo ciudades cuando
todavía formábamos parte del Imperio Español, utilizando su poderío naval y la
fuerza de sus cañones, que a la sazón eran los más poderosos del mundo. Mutiló
la Patria de Simón Bolívar, apenas en su nacimiento, arrebatando por presiones
a Trinidad (Cedida por España), que formaba parte desde 1777 de la Capitanía
General de Venezuela.
No conforme con esto,
utilizó sus colonos para adentrarse en el territorio venezolano del
Esequibo, falsificando documentos y mapas, que luego fueron utilizados para
consolidar uno de los mayores despojos históricos contra pueblo alguno, el
venezolano, arrebatándole mediante un arbitraje írrito 159.000 kilómetros que
nos corresponden histórica y legítimamente, pero que ellos codiciaban, porque
sus espías en territorio venezolano, amparándose en una falsa solidaridad con
la lucha por nuestra independencia ,que aquí se realizaba, enviaban informes a la Corona Inglesa, sobre
los recursos y la importancia estratégica de la región esequiba, para que nos
las arrebataran.
Esa herida que sangra aún, mantiene el enfrentamiento que hoy
tiene Venezuela y Guyana, porque hábilmente, Inglaterra, dio la Independencia a
Guyana, saliéndose del paquete, para que la rivalidad posterior, fuera entre la
República de Venezuela, y la República de Guyana, y ellos , viendo desde las
barreras, pero azuzando el conflicto.
Nunca Inglaterra, dio la cara a Venezuela, siempre actuó de
Mala Fe, en oportunidades azuzando a sus
colonos para que penetraran nuestro territorio; en otros, falsificando
documentos y dándoles carácter
históricos; igualmente, utilizando a falsos naturalistas, un mercenario como
Robert Schomburgk, para falsificar Mapas
que le favorecieran y chantajeando y presionando jueces en los estrados
internacionales ( Tratado de Washington-1897- , Laudo Arbitral -1897-), para lograr
fallos a su favor, subestimando a nuestro país, al cual, por petición de los
representantes de su Corona, fueron impedidos de participar como Jueces en el
arbitraje porque los ingleses: “se negaban a participar en la misma mesa
con los venezolanos que ellos consideraban, salvajes y no gentes” .
Así consolidaron el
despojo, utilizando jueces venales, mapas falsificados y la presión como
potencia para la época y todavía hoy pretenden mantenerse al margen del
conflicto que crearon, cuando deberían dar la Cara y participar en la
conversaciones para solucionarlo.
De acuerdo a investigaciones realizada por el Dr. Pedro
José Lara Peña, y expuestas en discurso ante la Academia de Ciencias Políticas
de Venezuela, ((1981), Inglaterra en 1869, planteó al Gobierno de los Estados
Unidos, dividir a Venezuela, en dos partes.
Hay que señalar que
para esa fecha había en los Estados Unidos un movimiento que proponía repatriar
a los negros que habían esclavizado.
Pues aprovechándose de
ese hecho, Inglaterra planteo al Gobierno de los Estados Unidos dividir a
Venezuela, una parte, según la propuesta, sería utilizada por el gobierno norteamericano
para meter a los negros que ya no querían
en su territorio y la otra, parte, sería colonizada por la Corona Inglesa.
Incluso, Inglaterra,
ante la no respuesta de los Estados Unidos a esta propuesta, envió, unas notas
donde proponía asumir ellos, todo el gasto de la operación de ocupación, dando
detalles de cómo se haría y el personal militar que utilizarían.
Este nuevo zarpazo
contra Venezuela, no llegó a concretarse porque a la sazón los Estados Unidos,
habían proclamado la Doctrina Monroe y consideraban que en esta región, no
podía inmiscuirse Inglaterra ni Europa. Sólo por esta circunstancia no fue
dividida Venezuela.
Pero las agresiones de
Inglaterra han continuado contra nuestro país, incluso en pleno Siglo XXI. Es
así como han forman parte de la comparsa orquestada por los Estados Unidos, sus
antiguos, colonizadores, para aplicar sanciones económicas y financieras contra Venezuela, provocado empobrecimiento a
su población e impidiendo incluso que medicinas, como fue en el caso de Covid,
pudieran ser importadas por nuestro país.
Pero allí no se ha
quedado su ambición y resentimiento hacia nuestra patria. Le ha puesto la
guinda al intervencionismo, robándose el Oro, que le pertenece a Venezuela, y
que ingenuamente, nuestros gobiernos depositaron en su desleal sistema
bancario, pensando que lo estaban protegiendo.
Para cometer el Robo,
se basaron en la creación junto a los Estados Unidos de un gobierno títere,
presidido por un traidor a nuestra patria, y se negaron a reconocer al
Presidente constitucionalmente electo por los venezolanos, todo para justificar
el robo descarado.
Y ahora, cuando cambian
los tiempos, el mundo despierta y el
gobierno de Venezuela, vuelve a tener el reconocimiento internacional que ilegal e injustamente le habían desconocido;
cuando incluso, hoy, la figura del presidente títere es un fantasma del pasado,
se rehúsan a entregar el Oro Robado. Es decir, que lo que no pudieron hacer en
el Esequibo, robando el Oro y otras riquezas, lo hacen ahora robando las
reservas de Oro, que son propiedad de todo el pueblo venezolano.
Por eso decimos, que la
Pérfida Albión, como llamó Napoleón Bonaparte a Inglaterra, ha mantenido
históricamente una actitud de rapiña contra nuestro país, nos ha dejado heridas
territoriales para dividir los pueblos y pretende todavía, continuar realizando
acciones contra nuestro país, apoderándose de recursos que son de todo el
pueblo venezolano.
Esta reflexión tiene
como propósito orientar en la compresión
de los verdaderos intereses que están en juego en la Controversia sobre el
Esequibo, los poderes que se mueven detrás de esos intereses, para de alguna
manera contribuir a realizar la estrategia más correcta para enfrentar la
situación que hoy se nos presenta, cuando uno de los factores en conflicto, ha
decidido abandonar, de mutuo propio, la vía civilizada de la mediación y las
conversaciones para resolverlo y ampararse en poderes transnacionales que si
bien le prestan apoyo circunstancial, a la larga les clavaran las garras en la
nuca, porque los verdaderos interés de esas transnacionales son utilizarlos
para apoderarse de los recursos energéticos y otros que allí, ya han
monitoreado y estudiado.
Guyana, en este caso,
está representando un papel muy triste,
el de marioneta, de fachada, que a la larga lamentaran, al mismo tiempo que se ponen al margen del
Derecho Internacional, al intentar desconocer un instrumento legal, que han
avalado como es el Acuerdo de Ginebra, donde se establecen los mecanismos para
resolver por la vía pacífica, un conflicto que en su fundamento no lo ha
provocado Venezuela, ni tampoco Guyana, sino que es un herencia del coloniaje y
de la repartición del mundo que las grandes potencias imperiales han impuesto
como ley en el Orbe.
JESÚS SOTILLO BOLÍVAR / PROFESOR DE LA UCV