El historial de intervenciones de la CIA en Latinoamérica sin autorización (2)

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EEUU manejó las acciones de las Fuerzas Armadas, instruyendo a los altos oficiales militares chilenos de apoyar activamente el golpe de Estado en contra de Allende
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Publicado: 14/11/2025 05:00 PM

Con el objetivo de documentar y retraer a la memoria colectiva las veces que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha invadido países latinoamericanos sin pedir permiso, para llevar "democracia y libertad", presentamos ahora las intervenciones que hicieron a partir de los años 70.

Entre los años 1973 y 1985, Uruguay estuvo gobernado por una dictadura militar que, de acuerdo con los documentos encontrados, se detalló que la CIA creó una oficina de seguridad en Montevideo y desde allí, durante los diez años previos al golpe, se entrenó a la policía para que pudiera contener a los rebeldes y guerrilleros de izquierda. Para lograr esto, la agencia estadounidense proporcionó equipos y manuales al ejército charrúa.

En Chile, en 1973, una junta militar, dirigida por Augusto Pinochet, derribó al presidente democráticamente elegido, Salvador Allende, y dio paso a una dictadura de casi 17 años. Documentos desclasificados de la CIA, comprobaron la implicación del país norteamericano en el golpe de Estado contra el presidente electo. También canalizó fondos a opositores políticos de Allende y a organizadores de huelgas y disturbios, la agencia financió propaganda en contra del gobierno electo, principalmente a través del periódico El Mercurio, y utilizó a empresas como medio para disfrazar el origen de los fondos. Además, EEUU manejó las acciones de las Fuerzas Armadas, instruyendo a los altos oficiales militares chilenos de apoyar activamente el golpe de Estado, lo que fue un factor importante para su ejecución.

De la misma manera, Argentina vivió un golpe militar el 24 de marzo de 1976, que instaló una nueva dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Duró casi ocho años y, bajo el amparo de EEUU a través de la CIA, trajo un régimen de terrorismo de Estado.

De la mano del dictador Jorge Videla y su junta militar, el ejército llevó a cabo un plan sistemático de secuestro, tortura y eliminación de opositores, causando miles de desaparecidos y suprimiendo la identidad a cientos de niños. Miles de individuos fueron torturados y asesinados, muchos en los Vuelos de la Muerte, donde los detenidos eran lanzados vivos desde aviones al mar.

Para practicar aquellas torturas, la CIA suministró los llamados 'Manuales de la Tortura', desclasificados por el Pentágono en la década de 1990. Años después, aquellos militares argentinos fueron juzgados y sus acciones fueron calificadas por la justicia de genocidio.

En el caso de Nicaragua, durante la década de 1980, la CIA intentó derrocar al Gobierno revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua. Primero fue mediante operaciones encubiertas y después facilitando armas y dinero a la guerrilla contrarrevolucionaria.

Aquellos dólares provenían de las ventas clandestinas de armas a Irán. El asunto desembocó en Washington en el escándalo Irán-Contra, que evidenció la financiación de los contrarrevolucionarios asociados a la derecha política en los países. Investigaciones posteriores apuntaron a que la financiación se mantuvo con dinero procedente del narcotráfico, con la CIA como administrador de dichos fondos.

La intervención de EEUU en Panamá ha sido permanente, ya que la creación del país está vinculada a su "hermano" norteamericano. En 1903, EEUU mandó buques de guerra para apoyar a grupos separatistas que buscaban no hacer parte de Colombia. Finalmente, la República de Panamá se independizó, lo que permitió que EEUU inmediatamente tomara el control del canal.

Casi noventa años después, EEUU intervino de nuevo ese país, con el objetivo de capturar al presidente Manuel Noriega. La Casa Blanca lo acusó de ser un narcotraficante y para diciembre de 1989, miles de soldados estadounidenses fueron enviados a Panamá para capturar al presidente. Después de varias semanas de combate, Noriega se rindió el 3 de enero de 1990.

“Para los panameños, esta intervención fue traumática. Se quedó en el imaginario colectivo como el doble juego que puede hacer EEUU para defender sus intereses”, así lo dijo el escritor Luis Alberto Villamarín.

La intervención estadounidense también generó la disolución de las fuerzas militares panameñas. Actualmente, Panamá y Costa Rica son los dos países del continente que no tienen ejército.

De esto, se puede concluir que el desarrollo de los países latinoamericanos estuvo fuertemente marcado por la presencia y el fortalecimiento de EEUU como una potencia capitalista, pues durante años ejerció una hegemonía sin precedentes sobre el continente, con un solo propósito: la consolidación de una estructura comercial que sirviera de soporte para su desarrollo económico, la protección y ampliación de sus propiedades e inversiones y garantizar el apoyo de los gobiernos de turno para cumplir su objetivo imperial. 


AMELYREN BASABE/REDACCIÓN MAZO

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