Malaverismos: Una campaña orquestada
Publicado: 21/11/2021 06:00 AM
Para olvidar el robo que la oposición hizo en Monómeros, un asesor comunicacional recomendó crear un escándalo para que la gente olvidara ese escándalo de Monómero.
El Gran Salón del Hotel Caviar estaba listo para presenciar la charla del asesor de comunicación internacional que desde Estados Unidos le habían enviado al G4 para ver qué se podía hacer para disipar en la memoria del venezolano el gran robo que se había cometido con una empresa venezolana, Monómeros.
Los miembros del G4 estaban de manera presencial, cómodamente sentados en la sala estaban: Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Edgard Zambrano, Stalin González, Andrés Velásquez, quien suplicó que lo dejaran entrar, y algunos más. Por las pantallas de televisión que estaban arriba en el escenario se podían ver a Julio Borges, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Diego Arria, Carlos Vecchio.
El técnico que estaba dirigiendo la charla le pidió a Antonio Ledezma que dijera algo para probar el sonido antes de que llegara el invitado, y Ledezma dijo:
-Quiero decirles que yo no quería estar en esta reunión, porque eso de Monómeros es una vergüenza. Pero como me llamaron de Estados Unidos, uno no puede decirle que no a esa gente.
- A mí también –dijo Diego Arria.
-Y a mí –dijo Carlos Vecchio.
Ramos Allup no soportó y se puso de pie y le pidió al técnico que le pusiera sonido al micrófono que él tenía, y así se hizo.
-Dejen de hablar bolserías. Todos estamos aquí porque Estados Unidos nos pidió que estuviéramos aquí. Y si nosotros no le hacemos caso a Estados Unidos a quién le vamos a hacer, ¿a Ledezma? ¿A Borges?, no me jodan.- y se sentó.
El técnico aprovechó para quitarle el sonido a todos, pero antes de quitarlo se pudo oír la voz de Julio Borges que dijo:
-No te la des de honesto, Henry, que tú tienes tu rabote de paja y...
Ahí le cortaron el sonido a Borges. Ya Ramos Allup estaba dispuesto a volver a pedir la palabra, pero se aguantó cuando vio que no podía por problemas de sonido.
-Yo puedo protestar a capela –le dijo a Rosales
- ¿Y Capela vino? –le preguntó Rosales
Ramos Allup iba decir algo, pero entendió que era imposible hacerse entender con Rosales.
-Por favor, señores, traten de que el asesor los vea en armonía, en paz y amor, que no los vea con esa rabia que se tienen todos.- dijo el presentador.
La gente se calló, y en ese momento se vio entrar por la puerta principal a un señor enfluxado que caminaba como todo un líder del primer mundo, y se acercaba a la tarima a paso de vencedor. Era James Pérez Shelmann, el asesor que habían enviado desde Estados Unidos para ver si lograba que la gente se olvidara del saqueo a Monómeros y pensara más en salir de Maduro.
James Pérez Shelmann tomó la palabra y dijo:
-Primero quiero saludarlos y felicitarlos de entrada, porque ustedes han hecho algo que mucha gente quiere hacer en Estados Unidos, es decir, robarle a Estas Unidos.
Edgard Zambrano iba a decir algo apuntando a los que estaban en las pantallas de los televisores, como diciendo "son esos y no nosotros", pero Ramos Allup lo aguantó a tiempo. Y Pérez Shelmann siguió diciendo.
-Eso de autoproclamar un presidente para luego adueñarse de las empresas del país que ese supuesto presidente gobierna, ha sido un éxito. Allí están Citgo y Monómeros, por ejemplo. Quiero decirles que ustedes están siendo estudiados ahora en Universidades y Colegios en Estados Unidos, porque han demostrado que hay otras maneras más originales de robar.
- Este hombre vino a ofendernos, Henry –le dijo Zambrano.
- Tranquilo, que ese no es pendejo.
Y Pérez Shelmann siguió diciendo:
- Pero yo quiero ayudarlos. Se trata de recomendarles una acción para que se hable de la oposición y la gente se olvide de Monómeros. Y en eso yo soy experto. Tenía varias propuestas, pero les traje una sola. Se trata de hacer un autosecuestro, así como hicieron un autopresidente, ahora vamos a hacer un autosecuestro. Se trata de que mañana saldrá en la prensa que el dirigente adeco, Henry Ramos Allup, fue secuestrado. Y la opinión pública se volcará sobre ese tema.
- A lo mejor le piden a los secuestradores que se queden con él- dijo Manuel Rosales.
Y James Pérez Shelmann siguió diciendo.
-Es lo que llamamos una campaña orquestada. Porque todos estaremos trabajando sobre eso. Ya tenemos listos a los periodistas de los medios para que informen contra los supuestos secuestradores, que diremos que se sospecha de venezolanos, cubanos y nicaragüenses, y allí le damos palo a los tres países.
Ahí fue cuando Ramos Allup se puso de pie y dijo:
-Vayan a orquestar esa campaña con otro, conmigo ni de vaina.- y abandonó el Gran Salón.
ROBERTO MALAVER