Malaverismos: De cómo el pran Juancho Perola se metió en la oposición
Publicado: 12/01/2020 06:00 AM
Después de presenciar por televisión la entrega de 52 millones de dólares por parte del gobierno de Estados Unidos a Julio Borges y Carlos Vecchio para apoyar a la oposición venezolana, la vida del Pran Juancho Perola dio un vuelco.
-Ponle visión a la tv –dijo el Pran Juancho.
-Listo –dijo uno de sus ayudantes.
Y así, como siempre, a las 6 de la tarde, el Pran Juancho
Perola y sus luceros: Cebollón, Caraota Azul, Yuca Amarga y Conejo Sangriento,
comenzaron a ver las noticas. Estaban en la cárcel El provenir, y desde que
había llegado allí, Juancho Perola, se había convertido en el jefe. Y desde un
primer momento había contado con sus compañeros para llevar a cabo todos sus
planes.
En la cárcel El Porvenir nada se movía sin antes consultar a
Juancho. Y si alguien se negaba a cumplir sus órdenes, la pasaba bien mal,
hasta que de una vez entendía y se ponía a su disposición.
Aquella tarde estaban en el amplio salón Jabón Prendío,
llamado así en homenaje a uno de sus amigos que murió en un enfrentamiento con
los cuerpos policiales. Allí, en el salón, tenían de todo: Televisión,
computadores, celulares, neveras llenas con exquisiteces y unas sillas y mesas
bien modernas.
Y cuando Caraota Azul, cumpliendo la orden de Juancho Perola, prendió la televisión, de
repente se encontraron con un gringo rodeado por Julio Borges al a derecha y
Carlos Vecchio a la izquierda, y el hombre decía:
-Hemos tenido una maravillosa conversación con el embajador
Carlos Vecchio, y estoy impresionado con su liderazgo desde que nos conocimos
por primera vez en enero. En nuestra reunión pude darle la increíble noticia de
que estoy anunciando 52 millones de dólares donados por USAID para apoyar el
gobierno interino y al pueblo venezolano mientras buscan restaurar gobernancia
democrática que responda a los ciudadanos, y para reparar las provisiones de
los servicios de salud en su país. USAID y la administración Trump apoyan
plenamente el gobierno interino de Juan Guaidó, la democráticamente elegida
Asamblea Nacional, y al pueblo venezolano mientras trabajan para dar fin al
régimen ilegitimo de maduro.
Al ver que Julio Borges se acariciaba las manos, como
saboreando aquella entrega, Juan Perola apagó la televisión y dijo:
- Estamos perdiendo el tiempo.
- ¿Por qué, jefe?- preguntó Cebollón.
- Porque estamos metidos en cosas pequeñas. El mejor negocio
es meternos allí, en la oposición, para quedarnos con esos dólares. –dijo
Juancho Perola y se quedó meditando.
Cuando sus ayudantes veían a Juancho Perola meditando, se
quedaban en silencio, porque sabían que el jefe estaba preparando una de sus grandes estrategias para llevar a
cabo un plan.
Juancho caminaba por el amplio espacio del salón Jabón
Prendío, hasta que después de unos minutos se detuvo y dijo:
- Ya lo tengo.
- Explique gran jefe- dijo Yuca Amarga.
- Voy a salir en libertad y me voy a unir a esa gente, que
seguramente no piden mucho para estar a su lado, y una vez que logre
infiltrarme en sus filas, veremos cómo se los comunico a ustedes y cambiamos de
vida.
- Y ahí la cosa es más fácil, porque no arriesgamos la vida.
–dijo Cebollón
- Y seguro que nos aplauden cuando nos robemos esos dólares
–señaló Caraota Azul.
Al poco tiempo el Pran Juancho Perola logró salir en
libertad y no se sabe cómo, pero ya está como Comisionado en las filas de la
oposición venezolano para las ayudas desde Estados Unidos para la oposición
venezolana.
Dicen que el primer día que Juancho Perola ocupó el cargo,
Ismael García dijo:
-Al fin logramos dar un con un hombre honesto. Porque los anteriores se lo robaron todo.