El liberalismo utilitario y el atentado septembrino

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Santander controlaba el Congreso de Colombia, donde creaban leyes afines a su ideario egoístas
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Publicado: 31/10/2024 07:37 PM

Mientras Bolívar hacía la guerra en el Perú, Santander lo obstaculizaba, negando o demorando los recursos por él solicitados, fue una gran hazaña ese triunfo de Junín y Ayacucho en el Perú, por las dificultades tan grandes que el Libertador debió superar debido al poco apoyo del gobierno de Colombia dirigido por Santander, y el casi nulo de los peruanos, donde los gobernantes que lo llamaron, luego lo traicionaron con salvedad del Congreso que lo designó Dictador y luego se autodisolvió y los guerrilleros indígenas de la Sierra que se sumaron a la Campaña de liberación del Perú dirigida Bolívar.

 A la par en Colombia, la grande, el gobierno de Santander generó mucho descontento en los pueblos de los tres departamentos de la República, debido al abandono al que fueron sometidos por la mala e indolente administración de su gobierno; en el 1826, cuando Bolívar regresaba del Perú hacia Bogotá pudo palpar la desidia.  Santander se dedicó a crear en la Nueva Granada la xenofobia contra los venezolanos y promovió una logia ideológicamente contraria al pueblo, una supuesta sociedad filológica, clandestina, donde participaban intelectuales y estudiantes, en ella se fraguó en el 1828, el “atentado septembrino” contra El Libertador.

Santander controlaba el Congreso de Colombia, donde creaban leyes afines a su ideario egoístas, marcado por la envidia que le tenía a Bolívar, una de esas leyes fue impedir que el Libertador pudiera dirigir el ejército de Colombia en el Perú días previos a la Batalla de Ayacucho.  Formó un partido con las ideas liberales utilitaristas del filósofo inglés Jeremías Bentham, un liberalismo basado en el individuo por encima de lo colectivo, que justificaba la usura, apoyó el estudio de ese filósofo en las universidades de Colombia,  ideas capitalistas que glorificaban,  las relaciones entre las personas por el provecho que pudieran lograr para sus intereses personales, aconsejaban en la administración del estado su reducción para la minimización de los gastos, era el capitalismo naciente en medio de una sociedad cuyas elites mantenían ideas monarquistas absolutistas, racistas, supremacistas. Posteriormente Bolívar, por decreto, eliminó en las Universidades el estudio de Jeremías Bentham, atendiendo incluso una solicitud de los padres de los jóvenes colombianos de la época y del Clero, pero esos estudios fueron restaurados por Santander a la muerte de Bolívar.

Nos detendremos aquí para citar al historiador colombiano Juvenal Herrera Torres, en su obra “Bolívar el hombre de América” quien a su vez cita a Liévano Aguirre en unos párrafos muy ilustrativos:

“Los enemigos del Libertador, tal como lo señalara el respetable historiador Liévano Aguirre, eran los genuinos representantes y voceros del capitalismo comercial y usurero: ‘Los especuladores enriquecidos con el usufructo de la guerra de independencia cerraban por las tardes sus libros de cuentas para reunirse en la Filológica para escuchar las soporíferas exposiciones de don Ezequiel Rojas sobre benthanismo y los versos de Vargas Tejada contra Bolívar’.

Los liberticidas se habían declarado seducidos por las tesis utilitaristas de Bentham, quien proponía la creación de cárceles modelos para resolver la crisis social, y defendía con celo irresistible la usura, considerándola como la ‘manifestación del inabarcable derecho de la persona a la libertad absoluta’

Participaban en la Sociedad Filológica, no precisamente los eruditos en filología. Pero si ciertos individuos al estilo de Luis Vargas Tejada, quien se oponía a la redención social de los indígenas, diciendo que con esa política Bolívar estaba levantando ‘las heces de la sociedad’. Sujetos como Francisco Soto: uno de esos liberales que calificaba al Libertador como un ‘monstruo del género humano’ que marcha al frente de los ‘descamisados’ para realizar ‘una revolución contra los propietarios’

Y participaba, claro está, Francisco de Paula Santander, su indiscutible caudillo, que acusaba a Bolívar… diciendo que el Libertador quería provocar ‘una guerra interior en que ganen los que nada tienen, que siempre son muchos, y que perdamos los que tenemos, que somos pocos’

Parodiando a Bentham los enemigos de Bolívar sostenían beligerantemente el principio absoluto del enriquecimiento individualista y afirmaban que el postulado de la igualdad social debía claudicar ante el sacrosanto derecho de la propiedad privada.”

Estos personajes junto a otros como Vicente Azuero, Florentino González, Emigdio Briceño y Pedro Carujo, dirigieron la conjura contra el Libertador en la noche septembrina de 1828, en la cual Bolívar salva la vida, gracias a Manuela Sáenz. Los magnicidas, fueron capturados y condenados a pena capital, sin embargo, recibieron a cambio de la misma el beneficio del destierro, desde donde siguieron conspirando hasta lograr la división de Colombia la grande después que asesinaron a Sucre y provocaron la muerte de Bolívar, en el 1830, agobiado por las penas morales infringidas por la traición.

Desde entonces, las oligarquías criollas tomaron el poder en las nacientes repúblicas de nuestramerica, las subordinaron a los imperios Yanki y europeos, y tiranizaron a los pueblos, negando los ideales bolivarianos, no sin lucha, los pueblos que han conocido la libertad se defienden, un ejemplo son las rebeldes: Cuba, Nicaragua y Venezuela, sosteniendo el legado de Martí y Fidel, de Sandino, de Bolívar y Chávez.  Pero el imperialismo, sigue hostigando, para someterlos a la nueva versión del liberalismo utilitario, el neoliberalismo fascista, encarnado en la oposición de ultraderecha que, en Venezuela, ¡No Volverán!  

MARÍA MAGDALENA ZAMBRANO

RED DE HISTORIA, MEMORIA Y PATRIMONIO DEL ESTADO BOLÍVAR

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