Publicado: 14/05/2025 09:00 PM

(Últimas Noticias, 15 de mayo 1971 y El Nacional, 14 de mayo 1971)

• El viernes, 14 de mayo de 1971, durante las manifestaciones ocurridas en El Silencio, con escopetas y revólveres en mano, los agentes de la Policía Metropolitana practicaron detenciones arbitrarias, repartiendo balazos y perdigones contra los obreros y estudiantes ahí congregados.
• En medio de esa oleada represiva, a tan solo tres días de cumplir 18 años, Marylin Teresa Names Hurtado cayó víctima de un balazo de la policía en la frente, mientras observaba los sucesos desde el balcón de su apartamento ubicado el tercer piso del bloque Nº 7 de El Silencio.
• La madre angustiada y sus familiares lograron bajarla a la Plaza O´Leary. En un intento desesperado por salvarle la vida, alcanzaron a llevarla hasta el Hospital Militar de San Martín donde falleció dos horas después.
• En ese mismo escenario, un estudiante del Liceo Fermín Toro y un obrero se debatieron entre la vida y la muerte a causa de disparos recibidos. Otros 17 manifestantes resultaron heridos.
• Ese día, los estudiantes y obreros protestaban por el asesinato del joven de 15 años Jesús Alberto Martínez, estudiante del Liceo José María Vargas, ocurrido un día antes.
• La mañana del 13 de mayo, el liceísta Jesús Alberto Martínez Chacín falleció cuando una bomba lacrimógena le estalló en el tórax. Cursaba tercer año en el Liceo José María Vargas. Él, sus compañeros de clases y los estudiantes de la Escuela Industrial de Maiquetía manifestaban en la Avenida Soublette de La Guaira.
• A eso de las 11:00 am, un piquete de la Policía Metropolitana y del destacamento 99 de la Guardia Nacional se hicieron presentes frente de las puertas del Liceo Vargas, en cuatro unidades militares, portando peinillas, escopetas, fusiles y ametralladoras.
• El estudiante herido, aún consciente, fue llevado a la Clínica San José, donde su padre tuvo que pagar por el derecho de admisión.
• A causa de la demora en atenderlo y el violento impacto recibido, falleció pasada la 130 de la tarde. No hubo médico que se apersonara a tiempo para salvarle la vida. Medicina privada en acción Sino pagas no entras.
• Así funcionaba la “pacificación” policial y la atención médica en tiempos del gobierno de Rafael Caldera I.

REDACCIÓN MAZO