El fusilamiento de Piar: liquidación de una disidencia radical o la salvación de la patria
Publicado: 13/01/2023 03:40 PM
Este año que recién ha culminado, ha sido el año
de la reivindicación del prócer de nuestra independencia de origen curazoleño,
Manuel Piar, héroe de la batalla de San Félix del 11 de abril de 1817, cuyos
restos simbólicos fueron trasladados al Panteón Nacional el 28 de abril del
pasado año 2022. Esta celebración fue
acompañada en la Feria Internacional del Libro de Venezuela que se realizó
entre el 10 y el 20 de noviembre próximo pasado, con la publicación y presentación
de varios libros relacionados con la
muerte de Piar condenado a ser pasado por las armas después de un juicio por
insubordinación, conspiración, sedición y deserción.
El debate más reciente que se desarrollo en
Guayana, en los años 2021 y 2022 en torno a ese caso, originó los libros que
fueron presentados en la Filven. Entre ellos uno de mi autoría, “Manuel Piar: Gloria y extravió de un héroe”, en el cual en defensa
de Bolívar, polemizo con posiciones piaristas tradicionales que son detractoras
de El Libertador ya que desconocen la conspiración de Piar y acusan a Bolívar
de fusilar a Piar para usufructuar su gloria o por ser pardo. En Diciembre pasado publiqué un artículo con el título de mi libro donde
presento el caso de forma sucinta y ofrecí una segunda entrega para tratar
nuevos argumentos que surgieron en la Filven.
La corriente piarista, niega la conspiración
De mis investigaciones, he sostenido que Piar
aspiraba ser el jefe Supremo y ante el fracaso del Congreso de Cariaco,
prepara la sublevación de la tropa en la cual tenía liderazgo invocando su condición de pardo promoviendo
una guerra civil de pardos contra mantuanos. El Congreso de Cariaco fue
convocado por Mariño, sin autorización de Bolívar, al tiempo que éste estaba
ocupado en Guayana; el objetivo de dicho Congreso era restablecer la
Constitución de 1811 pero su fondo era hacerse él del ejército y dar a Bolívar
una presidencia decorativa en un Ejecutivo formado por un triunvirato que se
rotaba la Presidencia semanalmente.
Con el triunfo de la batalla de San Félix, Piar
fue ascendido por Bolívar a General en
Jefe, convirtiéndose en el primer pardo con ese grado, el éxito militar en
medio de las pugnas que existía por la dirección del proceso independentista,
le lleva a reclamar el derecho de los pardos a gobernar lo cual implicaba ser
el Jefe Supremo, responsabilidad otorgada a Bolívar en la Asamblea de Haití y
ratificado en las de Margarita y Carúpano.
Los
reclamos de Piar equivalía a
desconocer las políticas igualitarias
que guiaban la causa patriota, defendidas con ahínco por Bolívar y otros
líderes patriotas conforme a los ideales de esa revolución, razón por la cual,
después que llegaron de Haití, El Libertador dictó un Decreto de Liberación de
los Esclavos en Carúpano el 2 de junio de 1816, ratificado luego en proclama
del 6 de julio en Ocumare de la Costa.
La sublevación de Piar, planteaba una división
del ejército y una guerra civil en un
momento muy delicado de la Campaña de Liberación de Guayana donde aun no
se habían derrotado completamente a los
realistas y se esperaban el auxilio de Morillo hacia ellos.
Pero el interés de este artículo no es el debate
con ellos, el cual está ampliamente tratado en mi libro, y en el artículo que
me fue publicado, el pasado mes de diciembre en la web del Mazo Dando y ha circulado
por redes, ahora me referiré a los nuevos elementos que incorpora en este tema
el historiador y camarada oriental de nacimiento, Amílcar Figueroa, historiador
y político revolucionario, con su obra, “Piar:
La Contradictoria Lectura de la Historia” entre los cuales además de
resaltar la trayectoria de Manuel Piar, aporta el justo y necesario
reconocimiento a la destacada
participación de los orientales en la guerra de independencia.
Figueroa
presenta el caso Piar, en el marco de una confrontación por la hegemonía
del proceso revolucionario que se
desarrollaba, entre la provincias orientales con las occidentales, en
particular con la provincia de Caracas que abarcaba un extenso territorio del
centro y del occidente del país, sugiere que había una confrontación de
intereses económicos entre las regiones que se distinguían en su base económica
y poblacional y por herencia de la colonia y la
primera República, se formaron espontáneamente en el 1813 dos ejércitos autónomos, en el
proceso de restablecimiento de la
República .
Los ejércitos que se constituyeron en cada
región, se conocen como el Ejercito Libertador de Occidente y el Libertador de
Oriente, dice Figueroa, que el ejercito de Oriente tenía una base de combatientes más popular formada por milicianos
mientras que el ejercito de
Occidente era un ejército más convencional.
Y en cuanto a la
muerte de Piar apunta en la dirección ya sugerida por algunos otros
historiadores que ven en Piar el héroe
de las clases populares y cuyo muerte respondió a la necesidad de “acallar su
mensaje emancipador” contra las élites mantuanas que hegemonizaron la lucha
independentista.
La obra es una buena descripción del desarrollo de las luchas de la
independencia a partir de la Campaña Admirable por el Occidente y la Campaña de
Oriente, objetando la poca importancia que la historiografía ha dado a los
aportes de la Campaña de Oriente en el
1813 y sus fuerzas revolucionarias, analizando
los acontecimientos desde una
perspectiva marxista. Sin embargo tengo observaciones que paso a comentarlas.
Ejércitos libertadores: oriente y occidente
Lo primero que hay que señalar es que la
aplicación del renombre de los ejércitos como Ejercito Libertador es una idea
de Bolívar que después de ser designado por la Municipalidad de Mérida como
Libertador comienza a usar ese epíteto en las comunicaciones, y después cuando
es ratificado en Caracas como Libertador, el 14 de Octubre del 1813, y declara
que los libertadores son todos los que le acompañaron en esa campaña y crea la
orden de Libertadores y la reglamenta para homenajear a los más destacados
patriotas que le acompañaron en la Campaña Admirable; considera también a Mariño y le entrega varias órdenes
para que
haga el reconocimiento correspondiente a los oficiales y demás
destacados patriotas de la Campaña de Oriente .
Para Bolívar el ejército desde un principio era
uno solo dentro de la concepción de un gran ejército, constituido por varios
ejércitos, lucho por integrar y fundir
en uno, la diversidad de militares, milicianos, guerrilleros y bandoleros,
reeducar e impulsar la igualdad en medio de regionalismos y castas para dar a la causa de la independencia un
ejercito con ideales republicanos e identidad de nación y de patria.
Es él quien llama a los jefes patriotas
orientales, los” Libertadores de Oriente”
y desde el principio los convoca
a la unidad y a construir un solo ejército con mando único, y propone a Mariño, en carta del 16 de diciembre de
1813 que sea él, el jefe oriental, el Presidente de Venezuela y Jefe Supremo,
eso en nombre de la unidad y de la necesidad de presentarse al mundo con un
gobierno central y luego lo plantea en
una asamblea en Caracas el 2 de enero de 1814.
La resistencia a esa unidad fue siempre de
Mariño, partidario del Federalismo, adversando siempre la propuesta de Bolívar
de un mando central, su respuesta fue que mientras se mantenía la guerra debían
existir los dos ejércitos con sus respectivos Jefes Supremos. Finalmente ante
la reiterada solicitud de Bolívar de cooperación militar para combatir en el
centro occidente, llegó con sus fuerzas
en marzo de 1814. Pero la magnitud y ferocidad
de la sublevación popular manipulada por la monarquía contra los
patriotas, barrió con ambos ejércitos.
Los dos
ejércitos existieron en los años 1813 y
1814, año en el que se perdió la
segunda República a manos de los negros, indios y pardos que casi
exterminaron a la población blanca, los
patriotas se refugiaron en las Antillas, salvo la resistencia que quedó en los llanos como guerrillas.
En 1816 para el
regreso desde Haití, acordaron en
asamblea, no sin polémica y enfrentamientos, la designación de Bolívar como
Jefe Supremo de la expedición, Mariño como segundo Jefe y Venezuela como una e indivisible. Este
acuerdo es el que se saltan Mariño y Piar en tierra firme
El interés de Amílcar Figueroa, además de
mostrar las complejidades de esos días y el protagonismo del oriente, es
visibilizar una confrontación de dos
regiones con interés económicos distintos, quizás buscando abonar a la tesis de
que el ejercito Oriental tenía una composición más popular, y que Piar era un
representante del mismo. Al respecto considero que esa afirmación es una
extrapolación de dichas diferencias, el ejército de occidente y de oriente
estaban constituidos por gente
culturalmente distinta pero no menos populares una que otra, tan miliciano,
militares o guerrilleros, fueron unos en su base, como los otros.
Figueroa dice que el ejército del occidente era
convencional constituido por militares neogranadinos del ejército de la Unión
de Nueva Granada; Miguel Acosta Saignes niega que el ejército con el cual
Bolívar desplegó la Campaña Admirable fuera un “ejército estable, maduro,
unitario de veteranos”, y dice claramente que Bolívar forjo esa fuerza en la
pelea. Comenzó en el Magdalena con apenas 70 hombres luego triunfa en Cúcuta, y al Táchira llega con 300 hombres,
ganados de prisioneros, desertores y voluntarios empujados por la necesidad de llegar a
Caracas lo antes posible porque no tenían recursos económicos.
La población de los Andes, los Llanos y
Maracaibo, no tenían casi negros, mayormente blancos, pardos e indígenas, los
negros esclavos estaban en el norte y en
las haciendas del centro de la provincia de Caracas. En relación al ejército de
Oriente, el que se desplegó en la Campaña de Oriente, Saignes dice, que estaba formado por mulatos y negros
antillanos principalmente franceses reclutados por Juan Bautista Bideau
procedentes de las Antillas Francesas y esclavos del Caribe y de las haciendas
de Mariño. Y que Bideau y los Antillanos tenían algunos conocimientos militares
que ayudaron a formar un buen ejército
Es de intuir que
la presencia de esos voluntarios mulatos y negros franceses antillanos,
por la experiencia de Haití pudo haber
una influencia más radical en cuanto a la relación con los patriotas de origen
mantuano. Pero decir que Piar era el líder de un proyecto político más
igualitario, más radical que el proyecto por el cual luchaba Bolívar, es una extrapolación de lo que no hay pruebas
más allá de su origen popular y que profesaba los ideales liberales de la causa
independentista.
Se argumenta de su vocación popular por haber
organizado a los indígenas e incorporarlos al ejército, pero es que la
población en el llano y en Guayana mayoritariamente era indígena Obviamente en la medida que invocó el derecho
de los pardos a gobernar y quiso alzar a los pardos contra los mantuanos se
puede deducir una posición anti oligárquica, pero también una posición oportunista, utilitaria.
MANUEL PIAR, CONSPIRADOR
O VICTIMA
El historiador Ramón Azpúrua dice que Piar se
conducía con mucha autonomía sin embargo solía utilizar el nombre de
Bolívar para hacerse obedecer.
El primer indicio de su disposición a no
subordinarse a Bolívar ocurre en el choque con el padre José Félix Blanco,
administrador de las Misiones, en una carta donde le instruye que prepare un inventario sobre
hombres, caballos y mulas disponibles para la guerra y que prepare dos oficios
uno para él con la verdad de las cifras y otro para el Cuartel General, léase
para Bolívar, con la mitad o un tercio de dicha información. A los que el padre
Blanco se niega.
Para justificar esta solicitud criticó la administración que de esos bienes estaba
haciendo Bolívar señalando usos irregulares de parte de Arismendi y Cedeño. El padre Blanco al responderle también le
señala que mas grave que esa solicitud es lo que de palabra le dijo el
mensajero y en su respuesta a Piar le dice que él se hizo que no entendió pero
que consideraba que esa acción llevaría
a la anarquía y al triunfo de los godos. El padre Blanco nunca reveló cual fue
ese mensaje.
De esa correspondencia, Figueroa resalta lo relacionado a la crítica que hace Piar del
manejo de la cosa pública como una causa
de su descontento, pero ocultar información a Bolívar también tiene otra
interpretación, tan simple como que Piar estaba queriendo manejar los recursos
para montar otro ejercito a espaldas de Bolívar y de allí en adelante se fajó a
exigir a Bolívar que removiera al padre Blanco, no quería tener testigos incómodos.
El padre Blanco también informó a Bolívar de las
simpatías de Piar con el Congreso de Cariaco y Bolívar le pide a Briceño
Méndez, quien estuvo como secretario de Piar que le preguntase directamente
cual era su posición al respecto; Piar le informa a Briceño Méndez que el
objetivo no era sustituir a Bolívar en el mando sino reformar el gobierno para
ayudarlo. Es decir, Piar estaba siguiendo y esperanzado en cambios a partir de
ese Congreso que le permitieran a él una posición más acorde a su expectativas
de poder. Y es el fracaso de ese Congreso lo que dispara su radicalización, se desespero y se precipito a la
confrontación.
Figueroa dice que después del fracaso del
Congreso de Cariaco, Bolívar se decide a liquidar la fracción disidente, pero
no resalta las varias acciones conciliatorias previas de Bolívar hacia Piar
para evitar que se fuera, entre ellas remover al padre Blanco de Las Misiones,
ni que después que Piar obtuvo el pasaporte para un retiro temporal se quedó arengando a las tropas contra Bolívar, de lo cual al Libertador le iban llegando informes.
Esos hechos, aunados al nefasto antecedente
inmediato, de la masacre de la Casa Fuerte, en Barcelona, donde murieron insignes patriotas como Juan
Bautista Bideau, Carlos Chamberlain, Eulalia Buroz, presos y fusilados el
general José María Freites y el Doctor Francisco Esteban Rivas, entre otros,
influyeron en la decisión de Bolívar de terminar con la anarquía. La masacre de
la Casa Fuerte, pudo ser evitada si Mariño no se hubiera negado a obedecer las
órdenes de Bolívar para proteger Barcelona. Y actúa contra Mariño eliminando el
cargo que tenia y separando a Maturin de la juridiccion militar de Cumana
cuando Piar en su huida a Maturin va en su búsqueda y se alían
No es verdad que Piar fue arrestado sin
resistencia, en la carta de Piar a Mariño del día siguiente de ser apresado, el
28 de septiembre, él mismo explica que tenía más hombres que Cedeño y que
cuando ordenó a Carmona, el Comandante
de su tropa, accionar en su defensa, éste no obedeció y eso sirvió para
que lo sometieran. Si se deduce de la misma carta, que luego que lo apresaron, para
tranquilizarlo, le dijeron que no temiera que se trataba de aclarar
situaciones. Vale resaltar que en esa carta a Mariño del 28 de septiembre, Piar
reconoce que lo que iba a hacer era un crimen contra la República solo por
causa de sus resentimientos.
Efectivamente Piar en ese momento se convirtió
en un peligro para la causa de la República, porque era un gran jefe militar
con liderazgo y con vocación de poder, que amenazó con una guerra social o
guerra de colores, lo cual no podía ser tomado a la ligera ya que esa guerra de
colores no era una fantasía, ocurrió con
más crudeza el año terrible de 1814 y en
el 1817 las heridas estaban frescas.
Figueroa cita a varios políticos intelectuales e
historiadores que han opinado que Bolívar temió, no sin razón, en que Piar se proponía una
nueva guerra de castas y que estuvo siempre
muy impresionado de lo que ocurrió en el 1814, entre esos personajes cito a
Juan Bosh, Bartolomé Mitre, John Lynch y Asdrúbal González.
Para Bolívar la muerte de Piar fue la salvación
de la Patria de una guerra civil que favorecería el triunfo de los godos. Para algunos de los
defensores de Piar, fue el acallar la
voz de los disidencia radical y anti oligarca que disputaba la hegemonía
mantuana en la causa independentista.
Para mí, Piar se
precipito y se extravió, no supo darse cuenta, si era el caso, que para
garantizar un proyecto social igualitario su mejor aliado era Bolívar.
MARÍA MAGDALENA ZAMBRANO