ASESINADO MIGUEL E. ULLOA ESTUDIANTE DE LA ESCUELA AGUSTÍN AVELEDO

Publicado: 09/07/2025 09:00 PM

(Clarín, 08 de julio 1963)

  • Miguel Ernesto Ulloa, estudiante de 16 años, fue ametrallado por agentes de la Dirección General de Policía (DIGEPOL) en la Quebrada Macayapa de los Frailes de Catia, cuando estaba pintando consignas políticas. Durante el velorio, los agentes que ejecutaron al menor intentaron secuestrar el féretro.
  • En la noche del sábado 6 de julio de 1963, Ulloa, estudiante de la Escuela Agustín Aveledo fue asesinado por agentes de la DIGEPOL, quienes lo mataron usando balas explosivas Dun Dun.
  • Mientras pintaba consignas, Ulloa fue sorprendido por una patrulla y al oír la voz de alto el infortunado levantó los brazos en señal de rendición, inmediatamente los agentes abrieron fuego.
  • En ese sector lo abandonaron desangrándose, mortalmente herido, sin ocuparse de llevarlo a un puesto asistencial. Horas más tarde, el cuerpo fue encontrado por sus amigos quienes intentaron pedir auxilio, pero ya había fallecido.
  • Esa noche, 300 uniformados de la DIGEPOL, la Policía Municipal y la Guardia Nacionalallanaron Lomas de Urdaneta y Los Frailes de Catia, efectuando requisas casa por casa en búsqueda de unos supuestos fugados del retén de El Junquito.
  • En este operativo policial resultó asesinado el estudiante Ulloa y heridos: Nélida Oliveros, de 24 años, con un balazo en la cara; Magaly Salcedo, de 16 años, perforación de bala en la pierna izquierda; y Juan José Vásquez, de 36 años, balazo en el escapular derecho. Todos ellos fueron abaleados dentro de sus casas.
  • Al entierro de Miguel Ernesto Ulloa fueron miles de personas indignadas, convirtiéndose en una verdadera manifestación de duelo popular.Allí se dejaron escuchar las voces y consignas de protesta contra un gobierno criminal e inmoral.
  • Ese año, como medida de amedrentamiento, Rómulo Betancourt ordenó que todas las noches los cuerpos policiales dispararan tiros al aire y ráfagas de ametralladora sobre jóvenes “sospechosos” en las zonas populares del Oeste de Caracas. Algunos eran vistos como militantes de izquierda, otros no ejercían actividad política alguna.
  • En el editorial de Clarín se denunció el silencio cómplice de la mayoría de los medios de comunicación, que no publicaron la noticia, justificando con su indiferencia la criminalidad ejercida por los cuerpos represivos del Estado y las bandas armadas de Acción Democrática (AD): Para entonces, “la esclerosis espiritual, el conformismo, los compadrazgos políticos y la sociedad de cómplices cerraban filas para poner sordina a la impunidad, aplicando la Ley del Silencio ante tantas muertes”. Desde Miraflores el presidente decía: “Los muertos no hablan”.

REDACCIÓN MAZO

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