Publicado: 27/09/2023 09:00 PM

El estudiante de bachillerato Tomás Pellegrino Stuco (18 años) fue asesinado de un balazo por la espalda por un agente de la Policía Municipal de Caracas en las inmediaciones de la Plaza Tiuna en Los Rosales.

El joven cursaba el segundo año de bachillerato en el Liceo Alcazar y su victimario fue el agente de la policía Hipólito García.

El parte oficial dado a la prensa estableció que el joven estudiante hizo caso omiso de la voz de alto y por ello el agente disparó primero al aire y luego contra su víctima.

Cinco días después del asesinato del estudiante Tomás Pellegrino, cerca de 400 manifestantes congregados frente al Palacio de Miraflores, fueron salvajemente reprimidos; 267 de ellos fueron detenidos y 19 ingresados a los hospitales por heridas de bala ocasionadas por agentes de la fuerza pública.

En esa misma fecha, Rómulo Betancourt lanzó una de sus proclamas referidas a su Doctrina de Seguridad Democrática: “La calle no será de los bochincheros”, al reafirmar la orden girada a los cuerpos represivos del Estado de “disparen primero y averigüen después”. 

Esto puso el ejecútese a “las calles no pertenecen al Pueblo sino a la fuerza pública”, para impedir a las masivas manifestaciones en su contra, especialmente en la ciudad de Caracas, donde los resultados electorales le fueron totalmente adversos en los comicios que lo llevaron a Miraflores. 

De la misma manera comenzó ese año la persecución interna de la dirigencia juvenil de AD. 27 miembros del buró juvenil adeco fueron suspendidos en el estado Miranda, entre ellos Trino Barrios, prominente dirigente en la clandestinidad que en 1964 sería secuestrado por las bandas armadas de AD y torturado hasta morir.

REDACCIÓN MAZO