¿Por qué atacan al Arco Minero?
Publicado: 23/06/2023 04:13 PM
Muy distinto a la campaña
mediática sobre una explotación desmedida
en la zona del Orinoco, el Estado
venezolano, a través del desarrollo del Motor
Minero, trabaja en el ordenamiento territorial a fin de lograr un desarrollo extractivo eficiente de la
mano con los habitantes de la zona, con el objetivo de que sea productivo, genere
ingresos y permita efectuar nuevas inversiones en lo social, lo
económico y lo tecnológico.
Un número considerable de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) hacen
dinero realizando informes sobre el "desastre
ecológico" que, según éstas está sucediendo en el Arco Minero, tales como Fundaredes,
SOS Orinoco, Transparenciave y Provita.
Esta campaña se debe a las
declaraciones del presidente Nicolás
Maduro, cuando en 2016 firmó el Decreto
2.248 para la creación del Motor Minero y afirmó que “el oro se convierte en riqueza e inversión para nuestro
Pueblo. El oro para nuestro Pueblo".
En esa oportunidad, explicó el presidente Nicolás Maduro que “la creación del
motor surge por la necesidad de generar ingresos al Estado, diferentes a la
renta petrolera, como estrategia para disminuir el golpe de las medidas coercitivas
unilaterales impuestas por EEUU”. Así busca optimizar el uso de los recursos minerales naturales de forma
responsable, para el suministro de las materias primas claves para las
actividades básicas y de transformación que son estratégicas para la nación, y
el desarrollo de la capacidad exportadora.
En el marco de la
firma del Decreto, el entonces ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Hugo Cano Pacheco, comentó que “esto
fue posible por el trabajo conjunto entre la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), MINERVEN C.A. y los
mineros artesanos, quienes fueron dignificados con la declaración del
presidente Nicolás Maduro de 23
áreas (1 de diamante y 22 de oro) para la actividad de extracción artesanal en
el Arco del Orinoco”.
Detalló, además el ministro Cano, que “estas áreas han sido
estudiadas precisamente para el ordenamiento del territorio, basado también en
las Áreas Bajo Régimen de Administración
Especial (ABRAE) que existen en Guayana,
área que tiene no solamente la reserva minera, sino también la reserva forestal
e hídrica más importante del planeta y con esto lo que queremos es preservar no
solamente el tema de la minería sino también nuestra reserva forestal e
hídrica".
En el Decreto se explica la visión del Motor Minero: “Desarrollar una minería que sea capaz de impulsar y diversificar la economía del país, pero sin sacrificar al ambiente y a la gente, poder extraer, transformar y darle valor agregado a los recursos, pero bajo la máxima de un control racional, que garantice que los riquezas, el ecosistema y la biodiversidad estarán allí para el uso y disfrute de las generaciones futuras. La zona está ubicada al sur del río Orinoco, en la parte norte del estado Bolívar y de la superficie total de 111 843,70 km2 sólo el 5% se realiza la exploración y extracción de minerales".
Para no dejar nada al azar, este motor posee unas Líneas Acción claras que permite la
evaluación y acompañamiento permanente del desarrollo de las actividades
extractivas, tales como:
- Desarrollo
minero ecológico en pequeña minería
- Desarrollo
minero ecológico en mediana y gran minería
- Proceso
de recaudación de la actividad minera
- Exploración, cuantificación y certificación de reservas minerales
Desde la aplicación de planes
como el Plan Caura, la Reconversión Minera y la Misión Piar, el Estado venezolano asumió
la función de regulador y fiscalizador del proceso productivo en la zona de
extracción, bajo un enfoque fundamentado en la protección del ambiente,
sustentabilidad, libre competencia, justicia y equidad social, entre otros
principios que se extendieron a todas las actividades económicas.
Esta zona llena de riquezas naturales tiene como propósito estimular la participación de empresas privadas, públicas, comunitarias y mixtas, a efectos de compartir procesos productivos asociados al aprovechamiento de los recursos minerales del país.
AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO