Nueve años de la siembra de Chávez, el hombre que dio todo su amor y su vida al Pueblo
Publicado: 05/03/2022 06:00 AM
Amor, solidaridad, justicia, don de gente, entrega a su pueblo, revolucionario, Patria, compromiso, rescate de la soberanía, son las expresiones que emplea el pueblo cuando habla del Comandante Eterno, Hugo Chávez, y es que este hombre humilde oriundo de Barinas, se dedicó en cuerpo y alma a construir una Venezuela más humana, justa e igualitaria.
Chávez el hombre que con su triunfo electoral el 6 de diciembre de 1998, puso fin a la hegemonía bipartidista de Acción Democrática (AD) y Copei, partidos que llevaban 40 años gobernando, fue un verdadero enamorado de su país y de su pueblo, así lo manifestó en diversas oportunidades.
Hoy cuando se cumplen nueve años de su siembra, le traemos varios de las reflexiones que hizo durante casi dos décadas el Gigante Latinoamericano.
Venezuela la grande
“Yo lo he dicho, desde hace tiempo tengo un sueño; cargo un sueño que se apoderó de mí y ese sueño se llama: Venezuela. Y yo verdaderamente como venezolano no me imagino mi país, nuestro país, de otra manera que ¡grande! ¡digno¡ incluso ¡glorioso! porque glorioso es el signo de nacimiento de nuestra Patria. Glorioso se recuerda el nombre de Venezuela por todas partes; así que la Venezuela que nosotros soñamos y que ahora estamos luchando y reconstruyendo con esta voluntad, con este amor, con este espíritu de colectivo, es una Venezuela imaginémosla y hagámosla digna, hermosa, grande y gloriosa. Esa tiene que ser Venezuela. Ese es el sueño que cargamos, el sueño que se apoderó de nosotros hace mucho tiempo y que aquí nos trajo y que aquí nos tiene”, manifestó el 13 de mayo de 1999, con motivo de los 100 primeros de su gobierno en cadena nacional desde el Palacio de Miraflores.
Venezuela es referencia en el mundo
El 4 de febrero de 2000 desde la Plaza Bolívar de Caracas, en donde junto al pueblo rememoró la Rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, manifestó: “Venezuela es hoy referencia en el continente americano todo y en el mundo entero. El mundo entero y yo lo decía desde hace dos años, cuando anunciábamos ya las victorias que venían. “El mundo entero -decíamos, recuerden ustedes- el mundo entero se pondrá de pie, el mundo entero se asombrará cuando vea de lo que es capaz el pueblo de Simón Bolívar y el mundo entero hoy está de pie asombrado mirando al pueblo haciendo una revolución.
El 15 de enero de 2001, desde la Asamblea Nacional donde ofreció uno de sus mensajes anuales de la nación, manifestó: “En la medida en que Venezuela se fortalezca, cooperará cada día mejor en el fortalecimiento de Suramérica y de Centroamérica y el Caribe y de Norteamérica y de todo el Continente Americano”.
Ser honrado es ayudar
El jefe de Estado en reiteradas oportunidades pidió al pueblo ser honrado. “Decía José Martí, el grande, cuando hablaba de los seres honrados: “para ser honrado no basta sentir o decir que no se le hace daño a nadie”. No, eso no basta, para ser honrado de verdad un hombre, una mujer, un ser humano, si sabe que alguien está sufriendo cerca de él, tiene que hacer todo lo que él pueda para evitarle ese sufrimiento a ese ser humano. Es la única forma de ser honrado”, pronunció el 2 de febrero de 1999 ante el extinto Congreso.
Al cumplirse los primeros 100 días de su gobierno, un 13 de mayo de 1999, manifestó en Cadena Nacional desde el Palacio de Miraflores: “es la moral del hombre lo que define al final los combates; puede haber un ejército muy poderoso con todas las herramientas y maquinarias -y la historia está llena de ejemplos- y de lo último en ciencia y tecnología, pero si los hombres, si los seres humanos que llevan esa maquinaria, esa tecnología, no tienen moral, si no tienen esa fuerza espiritual que emana de no sé dónde, del alma (…) Cuando ese fuego se apaga, cuando un pueblo se desmorona y se desmoraliza, pues cae en lo peor, cae en las fosas del colectivo, en la negritud de una noche terrible”.
¡Revolucionarnos nosotros!
El 4 de febrero de 2000 desde la Plaza Bolívar de Caracas, en un acto para conmemorar ocho años de la Rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, manifestó: “Vamos a cambiar todo, hermanos, no le tengamos miedo a nada, vamos a cambiar nuestra propia concepción de la vida, vamos a hacer una revolución que tiene que comenzar o que tiene que pasar por nosotros mismos; tenemos que revolucionarnos todos, por ejemplo, esta revolución, en esta revolución más importante que uno mismo es el compatriota, el compañero, el paisano, el amigo. Más importante que uno mismo, es el colectivo. Hay que cambiar los patrones que vinieron rigiendo la vida venezolana desde hace medio siglo. Hay que hacer la revolución humana desde nuestra alma misma, desde nuestro corazón mismo. La revolución pasa por todos nosotros, por nuestra mente, tiene que revolucionarse la mente; por nuestra alma, por nuestro espíritu, tenemos que revolucionarnos. Tenemos mucho que hacer, mucho que cambiar”.
“Yo llamo a todos, incluso, a que hagamos la revisión de nuestros errores, que todos los tenemos, todos tenemos bajas pasiones. Somos del reino animal, somos todos del reino animal, pero como decía Nietzsche, el hombre es el puente entre el animal y yo le agrego: Dios... eso no es Nietzsche, eso le agrego yo, porque Dios no estaba en los planes de Nietzsche, pero en vez de hablar del superhombre, yo prefiero hablar de Dios. Nosotros somos el puente entre el animal y Dios. ¡Eso somos nosotros los seres humanos! Vamos a elevarnos lo más cerca posible de Dios y lo más lejos posible del animal que tenemos por dentro. Elevemos el corazón, elevemos el espíritu, el amor, el espíritu, la amistad, la lealtad, la fraternidad, la autenticidad, el compañerismo verdadero. ¡Rescatemos la esencia del pueblo de Bolívar!”, agregó aquel 4 de febrero de 2000.
Chávez el antiimperialista
El Comandante Eterno se caracterizó por ser un Presidente que no se doblegó a los intereses imperiales de Estados Unidos, como hicieron los gobiernos de la Cuarta República, sino que por el contrario se atrevió a decirle sus verdades, en aras de defender la soberanía, los intereses del país y la Patria.
El 8 de marzo de 2004, durante un acto con motivo de la celebración del día internacional de la mujer, celebrado en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, manifestó: “Verdaderamente que el gobierno del gobierno del señor George W. Bush, se ha convertido en una verdadera amenaza para nuestros pueblos (…) Entonces vean ustedes la amenaza que tenemos en Washington, como decía un representante el Congreso de los Estados Unidos al Partido Demócrata, hace unos días. Le preguntaba al Secretario de Estado de los Estados Unidos: Bueno cual es la política exterior del gobierno de Bush, derrocar presidentes, invadir pueblos, para eso está el gobierno de los Estados Unidos. Por eso desde aquí desde Caracas, hoy día internacional de la Mujer, le decimos al gobierno de los Estados Unidos que aquí hay una patria, que estamos dispuestos a defenderla con nuestra vida”.
El 12 de febrero de 2005, durante un recorrido que realizó por Araira, estado Miranda, a zonas afectadas por las lluvias, manifestó: “El gobierno de los Estados Unidos debe aprender a respetar a los demás gobiernos del mundo, no son ellos los dueños del mundo y sus embajadores aquí o en cualquier parte del mundo deben asumir por respeto a su propio pueblo y por respeto a los países donde están ellos cumpliendo funciones diplomáticas, una actitud de respeto de la soberanía de cada país”.
El integracionista
Desde su primer triunfo presidencial, Chávez dio muestra de su deseo de estrechar relaciones con los países no sólo de América Latina sino del mundo entero.
“Todo nuestro afecto, nuestro reconocimiento y la manifestación de nuestra más férrea voluntad para estrechar y profundizar los lazos de amistad y confraternidad, en primer lugar, con los pueblos de la América Latina y del Caribe, con los pueblos bolivarianos y con todos los pueblos del continente americano”, refirió el 6 de diciembre de 1998 desde el Teresa Carreño.
Agregó: “Yo asumiré esa responsabilidad, de mantener las mejores relaciones con todos esos gobiernos y especialmente, darle prioridad a la unidad latinoamericana y caribeña viejo sueño bolivariano de unión de todos estos pueblos”.
Este sentir lo ratificó el 2 de febrero de 1999 desde la sede del antiguo Congreso, cuando señaló que: “El tratamiento prioritario y urgente de nuestra política exterior estará orientada en primera instancia hacia la fachada caribeña, hacia la fachada andina y hacia la fachada amazónica, es el viejo sueño de Bolívar y de Martí y de Sandino y de O'Higgins y de Artigas, es la unión, es la unión de todos, la unión en lo interno de cada país, la consolidación de todos nosotros uno a uno, pero al mismo tiempo la consolidación de un gran bloque de fuerza en esta parte del mundo, gracias a Dios y a la historia ya el mundo del siglo XXI no será bipolar ni unipolar será multipolar y así como la Europa unida da ejemplo al mundo, demos ejemplo nosotros también al mundo, marchemos hacia un proceso unitario y es mi llamado y es mi pregón y será así por los pueblos y los países y los amigos y hermanos a quienes visite y a quienes conozca”.
Manifestó aquel 2 de febrero de 1999 que: “Yo seré un pregonero y un acelerador, hasta donde pueda, de los procesos de integración”.
Destacó que la unidad de los pueblo va mucho más allá del intercambio comercial.
“Es momento de retomar el sueño de unión entre nosotros, de plantearnos una moneda para la América Latina y el Caribe para la próxima década y busquemos y luchemos por ella; de plantearnos una confederación de naciones de esta parte del mundo, de plantearnos una unidad que vaya mucho más allá del intercambio comercial, porque algunos pareciera que tienden o tendemos a quedarnos a veces en el ese visor nada más del intercambio comercial; no, la unidad es mucho más allá, mucho más completa, mucho más profunda. Es la unidad de lo que estuvo unido una vez”.
El 13 de mayo de 1999, desde el Palacio de Miraflores en cadena nacional de radio y televisión, una vez más llamó a la integración de los países de América Latina y El Caribe, así como con Asia y África.
“O nosotros nos unimos o nosotros nos hundimos, he dicho por todo el continente. La bandera de integración bolivariana, la bandera de la anfictionía, aquélla que nació en Panamá, en el Congreso de Panamá, bajo el signo de Bolívar, ahora es cuando tiene vigencia verdaderamente. Ahora más que nunca antes en la historia de los siglos, ante el mundo globalizado, que pretende barrernos del mapa, globalicémosno sí, pero empecemos por nosotros mismos, para poder enfrentar o para poder entrar en ese juego del mundo multipolar que ya se levanta sobre el siglo XXI que amanece”, manifestó en esa oportunidad.
La doctrina Monroe no es lo que queremos
Aquel 28 de junio de 1999 desde Río de Janeiro, Brasil ante la pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, Chávez llamó a plantearnos la reintegración.
“Se trata entonces de plantearnos la reintegración. Bolívar lo decía: para nosotros la Patria es la América Meridional. Y en verdad, yo, nosotros que hemos estudiado a fondo, no a fondo fondo porque es tan profundo el pensamiento de los libertadores que hay que meterse a fondo mucho más a fondo, pero hemos tocado algún fondo del pensamiento de la idea bolivariana, que de verdad yo me veo en ciudad de México, Río de Janeiro, Buenos Aires y me siento de esta América, no me siento exclusivamente venezolano, me siento americano de esta América.
La patria es la América, entonces se trata de replantearnos otra visión de integración no la que nos quieren imponer. Porque hay muchas visiones de integración. Un tiburón se traga mil sardinas y las integra, se integraron, fueron tragadas por un tiburón. Ese no puede ser el mecanismo de integración que nosotros aceptemos, no”, argumentó.
“Vamos a integrarnos, sí, vamos a globalizarnos, sí, vamos a mundializarnos sí, pero nosotros mismos primero y en trato de igual a igual con los demás centros de poder del mundo. Aquí en esta parte del mundo debe existir en el próximo siglo un verdadero epicentro de fuerza y como tenemos fuerza nosotros. Primero el ser humano, nosotros los latinoamericanos somos soñadores, audaces, lo tenemos en la sangre, sino fuésemos sido así, creo que no hubiésemos sobrevivido a este siglo que termina. Hemos tenido que desarrollar habilidades tremendas para sobrevivir y aquí estamos, dispuestos a impulsarnos con mayor fuerza. Se trata entonces de replantearnos esa idea, de revisar los procesos de integración y de reintegrar algo que estuvo integrado en una época, hace muy poco tiempo, dos siglos no es nada en la historia de los siglos. Revisar por ejemplo el concepto del panamericanismo a la Monroe. Eso es lo que queremos. No es eso, no es la integración geográfica del hegemónico y los demás alineados detrás de mi, no. Ese panamericanismo a lo Monroe no es lo que queremos, esa no es la dirección”, añadió.
YULEIDYS HERNÁNDEZ TOLEDO
@yuletoledo