La moral de las monarquías europeas... ¿Tienen?

Fueron muchas y distintas las reacciones por la muerte de la reina Isabel
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Publicado: 04/11/2022 06:04 PM

Invasores, genocidas, saqueadores, corruptos y maltratadores son adjetivos que tienen en común estas familias "escogidas por Dios" para reinar en la tierra.

La Reina Isabel II de Inglaterra ha fallecido y se reviven episodios de sangre y muerte en todo el mundo. Aunque para unos esta señora es una abuelita tierna y dulce, para otros representa robo, invasión y genocidio; así lo comenta Nomsa Maseko, periodista de la BBC News, quien explica que la muerte de la reina Isabel II ha despertado recuerdos de la historia del gobierno colonial: atrocidades contra pueblos indígenas, robo de estatuas y reliquias de países de África occidental, oro y diamantes del sur de África e India, esclavitud y opresión en diferentes naciones, por citar algunos.

Si bien el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, describió a la reina como una figura pública extraordinaria que sería recordada con cariño por muchos en todo el mundo, el partido opositor Luchadores por la Libertad Económica (EFF) dijo que no estaría de luto por el fallecimiento: "Durante su reinado de 70 años, nunca reconoció los crímenes que Gran Bretaña y su familia perpetraron en todo el mundo y, de hecho, fue una orgullosa abanderada de las atrocidades", comentó el tercer partido más grande de esa nación en un comunicado: "Para nosotros, su muerte es un recordatorio de un período muy trágico en este país y en la historia de África".

La profesora Uju Anya, estadounidense nacida en Nigeria, en un mensaje compartido en las horas previas a la muerte de la reina, desencadenó un fuerte debate: "Si alguien espera que exprese algo más que desdén por la monarca que supervisó un gobierno que patrocinó el genocidio, que masacró y desplazó a la mitad de mi familia, cuyas consecuencias todavía están tratando de superar los que están vivos hoy, puedes seguir deseando una estrella".

Esto en referencia a la Guerra de Biafra a fines de la década de 1960, en la que el gobierno británico apoyó y armó al gobierno nigeriano que bloqueó, mató de hambre y finalmente aplastó a los secesionistas de la autoproclamada República de Biafra. El día de la muerte de la reina también surgieron mensajes que exigían la devolución del diamante Estrella de África, que se extrajo de Sudáfrica en 1905 y ahora se encuentra entre las joyas de la corona británica.

Ha habido una protesta similar en India, donde la etiqueta "Kohinoor" a través de la red social Twiter, comenzó a ser tendencia después de la muerte de la reina Isabel, como referencia al robo de un gran diamante incrustado en la corona real que, según se informa, usará la nueva reina consorte.

Otros críticos dicen que la reina debería haber usado su poder e influencia para garantizar que se devolvieran los restos humanos de quienes lucharon contra el dominio colonial británico. Los kenianos y sudafricanos exigen a sus héroes como Koitalel Samoei, quien lideró la resistencia Nandi en la actual Kenia a fines del siglo XIX, y el rey Hinstsa kaKhawula de Xhosa en Sudáfrica, quien fue asesinado en 1835. Después de que los cuerpos fueron mutilados, sus cabezas se llevaron  a Gran Bretaña como trofeos.

También se ha recordado la brutal matanza de kenianos durante la Rebelión de Mau Mau. Gitu Wa Kahengeri, quien se unió a ésta cuando era un adolescente de 17, hace 81 años, recordó haber sido detenido en un campamento por las fuerzas británicas, golpeado y privado de comida: "Ocuparon mi tierra, mi derecho de nacimiento", dijo a la agencia de noticias Reuters, "pero estamos de luto por la reina porque es una persona, un ser humano", añadió.

El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, se refirió a Isabel II como "un ícono imponente del servicio desinteresado" y ha sido criticado por algunos kenianos por declarar cuatro días de duelo nacional. Mientras, el expresidente de Botsuana, Ian Khama, fue otro de los que defendió su legado, describiéndola como insustituible, comentó que "el colonialismo no es algo que queramos recordar, fue un período oscuro", dijo. El continente debería verla como alguien que "trajo una nueva era desde un pasado oscuro", argumentó.

Muchos han dicho que la reina nunca se disculpó por los crímenes cometidos en nombre de su imperio. Sin embargo, reconoció "episodios angustiosos" y "difíciles", como una masacre en Amritsar, en el norte de India, en 1919. Antes de visitar el lugar en 1997, donde un general británico ordenó a las tropas disparar contra los manifestantes en un jardín amurallado, pronunció un discurso expresando su pesar: "La historia no se puede reescribir, por mucho que a veces deseemos lo contrario. Tiene sus momentos de tristeza y alegría. Debemos aprender de la tristeza y construir sobre la alegría" expresó la monarca.

A éste historial, se suma la corrupción: el Diario The Sunday Times informó que el hijo de Isabel II, ahora proclamado Rey de Inglaterra, aceptó una maleta con un millón de euros en efectivo por parte de un Jeque qatarí multimillonario empaquetados en bolsas de la tienda Fortnum & Mason.

El entonces príncipe Carlos aceptó en 2013 un donativo de un millón de libras (1,2 millones de euros, al cambio de hoy) de la familia del terrorista saudí Osama Bin Laden para sus organizaciones benéficas, según informó The Sunday Times. De acuerdo con el periódico, el actual rey recibió el dinero de los hermanastros por parte del padre de Osama, el fundador de Al Qaeda que fue ejecutado en 2011 en Pakistán en una operación militar de Estados Unidos tras ser acusado de los “atentados” del 11 de septiembre de 2001 en ese país, que causaron 3 mil muertes y más de 25 mil heridos. The Sunday Times afirmó que el Jeque Jaber Al Thani entregó personalmente un millón de euros en efectivo a Carlos de Inglaterra durante una reunión privada en Clarence House, en 2015, y que éste lo entregó de inmediato a sus ayudantes, quienes se encargaron de que el dinero llegara en su totalidad a la organización benéfica. El Jeque es una personalidad política muy polémica. ha admitido que bajo su mandato, Qatar "quizás" financió la rama siria de Al Qaeda sin su conocimiento. Ese país, rico en petróleo y gas, ha sido criticado durante mucho tiempo por su pobre historial en derechos humanos, en particular por el trato que da a las personas homosexuales y a las mujeres. A pesar de las persistentes denuncias de corrupción, Qatar será la sede de la Copa del Mundo a finales de este año.

Según las informaciones difundidas, el efectivo que le entregó el Jeque al Rey Carlos III fue guardado por el Banco Coutts, entre cuyos clientes adinerados se encuentra la misma reina Isabel II, y fue depositado directamente en las cuentas del Fondo de Caridad del Príncipe de Gales (PWCF).

El Rey Carlos III ha sido previamente investigado por entregar títulos reales a cambio de grandes sumas de dinero que entran como donaciones a sus fundaciones. La policía británica tenía denuncias de que éste recibía dinero a cambio de títulos y anunció en febrero de 2022 que abrió una investigación sobre las presuntas donaciones a su fundación, a cambio de títulos honoríficos.

“Esta decisión es consecuencia del análisis de una carta de septiembre de 2021 que está relacionada con informaciones de prensa sobre supuestas ofertas de ayuda para garantizar honores y la ciudadanía (británica) para un ciudadano saudita”, explicó el Scotland Yard en un comunicado precisando que nadie fue detenido.

Los investigadores se pusieron en contacto con “personas sospechosas de tener información relevante” y con la fundación del príncipe, que “proporcionó una serie de documentos”.

En Europa, aunque la mayoría de las monarquías arrastran un presente y pasado de genocidios, invasiones y escándalos, actualmente la española es la institución que más se tambalea. En los últimos años han llevado a algunos de sus miembros a la cárcel y a otros a huir al extranjero. Hace un año, acorralado por un presunto blanqueo de capitales y por solicitar  comisiones durante la construcción del tren de alta velocidad en La Meca, Juan Carlos I decidió huir a Emiratos Árabes. El pasado 25 de febrero, el diario El País publicó que el rey emérito Juan Carlos I, desembolsó 4,4 millones de euros para regularizar su situación legal tras un fraude cometido durante diversos ejercicios fiscales.

A la belga... también

La historia reciente de la familia real belga lleva inherente la palabra escándalo. Una investigación realizada por la periodista Belén García Hidalgo publicada en 2013 en el Diario ABC detalla infidelidades, hijos extramatrimoniales, evasión de impuestos, colaboracionismo nazi y una de las colonizaciones más brutales. Sus antecesores en el trono cargan con un pasado de sombras por claudicar ante los nazis, primero permaneciendo en Bruselas y después siendo trasladados a Alemania; para liderar la invasión del Congo, una de las colonizaciones recientes más brutales. Hace unos meses, el actual rey Felipe pidió perdón por primera vez por los abusos y la violencia cometidos en esa invasión.

Un artículo escrito por el periodista Ramón Vilaro del diario El País informó que el príncipe Bernardo de Holanda (1911-2004), casi provoca una crisis institucional en 1976. El padre de la reina Beatriz aceptó cerca de un millón de dólares en sobornos del fabricante de aviones estadounidense Lockheed para convencer al Gobierno holandés que comprara de esa empresa los equipos para el Ejército. Cuando el escándalo salió a la luz, el marido de la entonces reina Juliana aceptó su castigo para evitar ser procesado por la justicia: se le obligó a renunciar a todas sus funciones en las fuerzas armadas, entre ellas aparecer en público con el uniforme militar.

... Y Luxemburgo

La monarquía de Luxemburgo no se escapa a la polémica. La fiscalía de ese gobierno anunció la apertura de una investigación sobre el presunto maltrato físico que habrían sufrido empleados de la familia real. Luego de la denuncia pública realizada por el periodista Pol Schock en la radio luxemburguesa RTL en 2021, en la dijo tener constancia de testimonios de trabajadores que afirman haber sido "golpeados" en la residencial Ducal. La relación de la Duquesa María Teresa con los luxemburgueses es complicada, no siempre ha sido una historia de amor. Desde hace años la gente dice que madame, como la llaman, tiene un temperamento bastante difícil", apunta al Diario El País, Schock, el periodista del semanario The Lëtzebuerger Land que ha abierto la caja de pandora sobre los malos tratos que padecen los trabajadores de la Corte.

 AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO

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