Estigmatización del venezolano: El nuevo logro de la derecha fascista

Publicado: 28/03/2025 05:34 PM

Una vez más, la derecha fascista ha arremetido contra los venezolanos, ésta vez con los migrantes, aquellos que desde el 2014 les compraron la idea de que fuera del país estarían mejor, porque la Revolución le cerraba las puertas a su desarrollo, debido a las sanciones y bloqueos que ellos pidieron.

Esta derecha, liderada por María Corina Machado y Edmundo González promueve y avala la discriminación, exclusión y persecución que actualmente sufren nuestros connacionales en EEUU; esto sucede después de destruir la economía, impulsando más de 960 sanciones en contra de nuestra industria petrolera; miles de venezolanos salieron del país por esa crisis provocada y ahora son objeto de maltrato, vejaciones y criminalización de nuestro gentilicio; solo por haber nacido en esta tierra.

Una nueva afrenta, ahora dirigida a los migrantes se fundamentó en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, en la que ya no nos califican de “amenaza inusual y extraordinaria”, sino como “enemigos terroristas dentro de EEUU”.

Ha sido este argumento el que se usó para secuestrar a 238 venezolanos en la cárcel para terroristas llamada CECOT, en El Salvador. Este acto ha gozado de todas las irregularidades de carácter humano, judicial e internacional; puesto que se confirmó la ausencia de antecedentes penales de las víctimas secuestradas.

Así, pudimos escuchar las declaraciones de la directora de Human Rigth Watch, Juanita Gobertus, quien acusó a la administración de Donald Trump de “criminalizar a los migrantes venezolanos sin ningún proceso legal que evidencie que efectivamente son unos delincuentes”.

Hay que tener en cuenta que previo al secuestro, el juez federal estadounidense James Boasberg, exigió al gobierno de EEUU que explicara lo sucedido en los vuelos de deportación, porque él mismo los había suspendido hasta revisar su estatus migratorio y antecedentes penales en ese país.

La respuesta a la exigencia del juez federal por parte del presidente estadounidense Donald Trump, fue solicitar su destitución declarando a los medios de comunicación que “este juez lunático de izquierda radical, alborotador y agitador que fue tristemente nombrado por Barack Obama, no fue elegido presidente, ni ganó una elección popular”; en esa misma declaración, Trump añadió respecto a la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, que “no sé cuándo se firmó, porque yo no la firmé, otros los hicieron. Marco Rubio hizo un gran trabajo, él quería que se fueran y nosotros lo aprobamos”.

El secuestro fue planeado

Sobre esta aseveración, explicó el pasado lunes en su programa Maduro +, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, que “hay que decir que los secuestrados en El Salvador el día domingo fue planeado, ya que la semana pasada, previa al secuestro, EEUU suspendió el vuelo venezolano que iba a buscar a los migrantes, alegando que había una tormenta de arena”.

Recalcó el presidente Maduro que “nosotros los íbamos a buscar el viernes, pero ellos suspendieron el vuelo porque hubo una tormenta de arena, luego el sábado teníamos prendido el avión y ellos dijeron: no pueden entrar a Texas porque persiste la tormenta de arena; sorpresa para nosotros cuando el domingo nuestros migrantes amanecieron humillados, torturados y paleados en El Salvador, ¿Eso es democracia, justicia y respeto a los derechos humanos?”.

Claramente, este envío de migrantes a una cárcel de un tercer país, sin ningún proceso legal, viola todas las leyes internacionales asociadas al respeto de derechos humanos y hasta ahora, el gobierno estadounidense no emite declaraciones que justifiquen tal despropósito.

Durante esta agresión, hemos tenido como Pueblo, el apoyo de países hermanos e incluso de representantes del partido demócrata estadounidense que levantaron su voz en contra de las deportaciones ilegales; y como se ha demostrado, más pronto que tarde la Revolución Bolivariana, una vez más vencerá y traerá a su Patria a estos hermanos. Aquí los estamos esperando.   

AMELYREN BASABE/REDACCIÓN MAZO