¡Desesperados! Ultraderecha intenta montar su show mediático en la ONU
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Publicado: 24/09/2025 09:01 PM
September 24th, 2025.
Sede de las Naciones Unidas (ONU).
Barrio Turtle Bay, Manhattan. Frente al East River, New York.
PATRIOTA VIP.
¡Hello my friend furrialeño! ¿how are you? Pues nada, como era de esperarse (porque, obvio, el mundo entero tiene los ojos puestos acá) me vine a cubrir la Asamblea General de la ONU como flamante reportero VIP de El Mazo Dando. Aquí, entre presidentes, diplomáticos, hasta el que pasa la escoba y sirve el café, todos saben quiénes somos. Me cuentan que los miércoles se convierte en un ritual sintonizar El Mazo: La Sifri, Patricio y este servidor están en las parrillas de seguimiento, en fin … el mazo no lo ve nadie.
Ahora, lo que no te puedo explicar (porque ni Freud lo haría) es la tragicomedia del lobby del extremismo opositor, liderado por María “La Chik-Flada” Machado, que andan arrastrándose por los pasillos cual grupo de fans desesperados buscando selfies con quien se deje. ¡Qué show tan patético! ni en feria de pueblo se ve una humillación tan mal organizada. ¡Brother! su estrategia internacional es la misma de siempre: hacer cola, rogar y terminar ignorados.
Perooo… antes de continuar
¡Diosdado!, creo que estoy metido en tremendo lío. Imagínate tú: Por ahí me enteré que Coquito anda bravísimo conmigo porque a según él, yo me vine a Nueva York para trabajar con Boris Castellano del equipo de VTV ¿tú has visto eso? me salió tóxico. Lo más cómico es que, ni lava ni presta la batea. Y mientras tanto, yo aquí, entre jefes de Estado y él inventando culebrones de pasillo. Por favor dile a Coquito que nuestra sociedad en el spa de Yoga continúa vigente.
En fin vamos a lo nuestro...
¡Brother! Lo ocurrido ayer es la evidencia del fracaso monumental de la política exterior de Estados Unidos. Con un discurso que parecía improvisado entre tuits y titulares sensacionalistas, Trump ocupó la tribuna de la Asamblea General de la ONU para autopromocionarse como pacificador supremo y salvador del mundo, resolviendo conflictos que la propia ONU ni siquiera sabía que existían. Se presentó además como el arquitecto de una “edad dorada” de Estados Unidos que, curiosamente, solo brilla en sus discursos y en sus fantasías más grandilocuentes.
Su intervención excedió con creces el tiempo asignado a los líderes mundiales, y nadie se atrevió a frenarlo: ni la famosa luz roja ni los protocolos diplomáticos parecieron aplicarse ante su espectáculo.
A casi nueve meses en el poder, la realidad es lapidaria: Marco Rubio ha hecho aguas el gobierno de Donald Trump, pues no han detenido la sangrienta guerra en Ucrania; son cómplices del genocidio en Gaza y ahora amenazan a nuestro país bajo el argumento de falsos positivos.
Como era de esperarse, el guion estaba cantado. Por indicación del Departamento de Estado y el odio visceral del Little Marco hacia la Revolución Bolivariana, se incluyó a Venezuela como su distractor barato y repetitivo, intentando engañar al mundo. Sin remordimiento alguno, Trump tuvo el tupé de glorificar a El Salvador por el acuerdo con Bukele, que resultó en el secuestro, violación de derechos humanos y torturas de más de 252 venezolanos en el campo de concentración del CECOT.
Pero la improvisación y el desprecio por los hechos no terminaron ahí. Continuó con falsas acusaciones sobre el desmantelado Tren de Aragua, a pesar de que la comunidad de inteligencia ha dejado claro que nunca hubo relación entre el Tren de Aragua y el gobierno del presidente Nicolás Maduro, para estigmatizar a la comunidad migrante venezolana en Estados Unidos. Además, Trump se dejó arrastrar por la obsesión del “Little Marco” para justificar, pese al repudio internacional, las matanzas extrajudiciales que ha ordenado contra embarcaciones en el Caribe, que según él transportaban drogas, aunque hasta la fecha no ha presentado ninguna evidencia pública que respalde sus afirmaciones.
Trump parecía no entender lo que pasaba a su alrededor. Una vez finalizado su discurso se levantara un bloque mundial unísono en su contra. Líderes como Lula, Petro e incluso hasta el Boric, entre otros, se plantaron intentaron desmontaron los ataques y falsas narrativas que Rubio había creado para el Catire.
Lula no perdió tiempo: denunció la injerencia de Washington en Brasil y criticó la Casa Blanca por su despliegue militar en el Caribe, calificándolo de “ejecuciones extrajudiciales”. Subrayó que la cooperación, no los ataques, es la manera más efectiva de combatir el narcotráfico, y dejó claro que Venezuela no puede ser aislada del diálogo internacional. Pero fue Petro quien realmente sacudió la Asamblea: abrió juicio penal a Trump por ordenar ataques en el Caribe que mataron a jóvenes inocentes, desmantelando la excusa de “combate al narcotráfico” y señalando que, en realidad, era un esquema de dominación geopolítica. Además, denunció con claridad que la política exterior estadounidense en Colombia, Venezuela y el Caribe está asesorada por aliados de la mafia de la cocaína.
En resumen: Marco Rubio llevó por el camino del desastre a Trump con una terrible participación en la ONU.
HABLANDO DE LA ONU
¡Diosdado! La tragicomedia del extremismo venezolano ha decidido dar un paseíto por Nueva York, y lo hace con la torpeza que solo estos personajes saben ofrecer. Pedro Urruchurtu, uno de los inseparables piolines de La Sayo, se pasea por los pasillos de la ONU como rata de laboratorio desesperado por conseguir fotos y selfies que sostengan su ridícula farsa mediática. Patético, pero predecible: cuanto más intenta parecer importante, más diminuto y ridículo se vuelve.
Nuestra amiga Charlotte (sí, el saludo en inglés es obligatorio) me contó que a Urruchurtu le entregaron una credencial —gracias al segundón de Christopher Landua— para intentar montar su circo mediático. Lo que no le prometieron fue el lobby que esperaba para que las delegaciones vasallas de Estados Unidos lo recibieran. Su meta es clara: convencer a través de las redes sociales de que La Sayo y el viejo Inmundo tienen respaldo internacional. Spoiler: no lo tienen. Ni un poquito.
La verdad, cruda y aplastante, es que los presidentes y diplomáticos de primer nivel lo ignoran olímpicamente. Incluso la seguridad de la ONU tuvo que recordarle que no puede invadir los espacios de las delegaciones. Es como ver a un niño con disfraz de superhéroe tratando de entrar a la torre de los Avengers: tragicómico, lamentable y, sobre todo, risible.
Tanto es así que hasta la propia delegación estadounidense pasó de largo. Ni siquiera el “Little Marco” quiso fotografiarse con Urruchurtu y solo se conformó con 30 segundos con Landau, quien le dio la foto por accidente, cuando se cruzó en su camino rumbo a uno de los salones del lugar. Una derrota mediática tan evidente que duele hasta mirarla.
Urruchurtu, que supuestamente es el “canciller” fantasioso de Inmundo González, ha quedado guindando de un hilo. Para que te hagas una idea, hasta el vago de Miguel Pizarro —y mira que ese ha sido un vago de primera categoría— hacía mejor desempeño que este piolín. Por eso andan ahora tratando de coordinar una tribuna al margen de la Asamblea General para poner a La Sayo a hablar y venderla con su falsa narrativa de que María “La Chik-Flada” Machado se pronuncia ante la ONU. Todo un show de desesperación que solo confirma lo patético y absurdo de esta operación mediática.
LA CARTA A TRUMP
¡Mi amigo furrialeño! Si algo domina nuestro presidente Nicolás Maduro es la diplomacia. Mientras el extremismo estadounidense y ciertos sectores venezolanos siguen subestimando a la Revolución Bolivariana, él se mantiene firme, estratégico y protagonista en la escena internacional.
Mucho se ha dicho, pero la verdad es que, incluso dentro de la administración estadounidense su postura en esa misiva tuvo un impacto claro: dejó al descubierto que detrás de las acusaciones infundadas de narcotráfico contra Venezuela se esconden oscuros intereses vinculados a la mafia de Miami. Nuestro presidente Maduro no solo defiende con firmeza la verdad de Venezuela, sino que demuestra que la Revolución Bolivariana no se doblega ante la presión externa y sigue siendo un actor central en la diplomacia mundial.
Acá en Washington de Diosdado Cabello, se levantan voces día a día exigiendo explicaciones a la administración estadounidense ante las amenazas y la locura en la que ha sumido el “Little Marco” al catire Trump en su política exterior hacia Venezuela. Todos coinciden: llevar a América Latina a un conflicto sería un error monumental, y que una agresión militar contra Venezuela provocaría caos en todo el hemisferio.
El enredo es tan evidente que cada vez más se comprueba que el Departamento de Estado ha intentado, sin éxito, justificar su fracaso. La más reciente maniobra fue inventar una encuesta que, para ser honestos, yo esperaba fuera más creíble; pero como son ineptos, se dejaron engañar una vez más por un grupo de oportunista que logró lo que buscaba: llenarse los bolsillos.
El chiste se cuenta solo: sacaron una supuesta encuestadora llamada EyesOver, que en su perfil de X apenas cuenta con 700 seguidores y fue creada en febrero de este año, para afirmar que supuestamente “crece el apoyo” en Estados Unidos a las ejecuciones ilegales en el Caribe, a una ofensiva militar contra Venezuela, y que La Sayo es “admirada” como líder por los estadounidenses.
Lo risible del asunto es que, según la metodología de esta supuesta encuesta, se basa únicamente en comentarios de redes sociales, detectando el “sentimiento” de los usuarios, y según ellos supera el rendimiento de las encuestas tradicionales.
Pero la historia no termina ahí. Al investigar quiénes están detrás de esta burla, la sorpresa deja atónito. El falso estudio lo firman Andres Guilarte y Daniel Tirado. Dos extremistas venezolanos que han sido miembros de Vente Venezuela, Voto Joven y hasta incluso, participaron el programa "Lidera" financiado por la ONG Futuro Presente, ambos con amplios vínculos en la desestabilización y golpismo en Venezuela.
Estos dos personajes han vivido en Miami rodeados de la misma basura que se autodenomina exiliados, y han llegado a trabajar con Rick Scott, María Elvira Salazar. Ahí te envío algunas pruebas de que son los típicos vendedores de humo, apoyados por los mismos palangristas de siempre, que solo buscan promover su guerra psicológica contra nuestro país.
EL SHOW SE LES CAE
¡Brother! Si creías que el show de ayer fue el colapso del extremismo venezolano, prepárate, porque hoy hicieron el ridículo en estéreo. Resulta que esos paladines del “respaldo internacional” ni siquiera lograron un triste comentario de apoyo de los países que supuestamente son su aliados.
La tan cacareada “coalición internacional” que supuestamente respalda a María Corina, terminó siendo más frágil que su credibilidad. Se les cayó como un castillo de naipes en una tormenta de realidad. Lo mejor del día: hasta Javier Milei, sí, Milei, el autoproclamado libertario más rabiosamente antichavista del continente, terminó reconociendo implícitamente a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela ¿quién lo diría, no?
En resumen: ni apoyo diplomático, ni moral, ni simbólico para María Corina. Ni una palmadita en la espalda.
Como decía Yoggy Berra “El juego no se termina hasta que se acaba”.
RECUERDA QUE SOY TU AMIGO FINO, FITNEES E IMPORTANTE.
CAMBIO Y FUERA.
P.D.: COQUITO DEJA LOS CELOS, CUANDO VAYA A CARACAS HACEMOS YOGA JUNTOS.