Bolsonaro, un año de desastre
Publicado: 03/01/2020 10:36 AM
El reciente 1 de
enero de 2020, Jair Bolsonaro,
cumplió un año al frente de la presidencia de Brasil, y en este tiempo lo que ha hecho es sumir a la nación
suramericana en la pobreza, causar daño ambiental e instalar un régimen
autoritario en ese país.
De acuerdo con la
más reciente encuesta de la consultora CNI/Ibope, 71% considera mala la
administracción de Bolsonaro,
reflejaron esta semana medios internacionales.
Su primer año quedó
marcado por sus políticas frente a los incendios en la Amazonía, cuando negó ayuda de la comunidad internacional. Bolsonaro, quien en reiteradas
oportunidades ha manifestado su apoyo al golpista Juan Guaidó, ha promovido la deforestación en Brasil para
beneficiar a los ganaderos y al sector agroindustrial.
La corrupción
también ha estado presente en la gestión de Bolsonaro, su hijo Flavio
y el Partido
Social Liberal (PSL) han sido señalados de estos hechos.
De acuerdo con el Ministerio
Público brasileño, existen indicios de una supuesta “organización
criminal” en el exgabinete del hijo mayor del presidente, Flavio,
cuando era diputado estatal de Río, entre 2003 y 2018. Él y sus asesores
habrían cometido crímenes de lavado de dinero y asociación ilícita, recordó el
de diciembre del pasado año el portal uruguayo El País.
A lo largo del
primer año de Gobierno hubo varias denuncias de corrupción dentro del PSL, el
partido que llevó Bolsonaro al poder
y que ha dejado recientemente con la intención de fundar otro partido, recogió
el reciente 1 de enero France24.
El quid de la cuestión serían ciertas irregularidades en el uso de los fondos electorales. Precisamente por esta razón el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antônio, fue indiciado por la Policía Federal y denunciado por la Fiscalía.
Ataques contra los
DDHH
La presidencia de
Bolsonaro se ha caracterizado por la intolerancia, y un ataque a los derechos
humanos.
Bolsonaro, eliminó protecciones a la comunidad
Lgbt. Además, recortó apoyos a la financiación a proyectos artísticos que se
oponen los “valores cristianos”, refirió el reciente 1 de enero el portal América
Economía.
Oliver Stuenkel, profesor adjunto de Relaciones
Internacionales en la Fundación Getúlio Vargas (FGV), dijo
a France24 que Bolsonaro representa
una amenaza para la democracia, declaraciones que fueron reseñadas el pasado 01
de enero.
El medio recordó
que recientemente, el Consejo Nacional de los Derechos Humanos denunció que Bolsonaro y su equipo violaron al menos
36 veces el programa de derechos humanos, instituido por ley en 2009. La fuente
principal de las agresiones es achacada al propio presidente, que en sus
declaraciones públicas ha atacado en varias ocasiones a la prensa, al Tribunal
Supremo y a la Orden de Abogados de Brasil.
“Bolsonaro representa una amenaza al sistema democrático, por ejercer mucha presión sobre la sociedad civil. Esta situación puede empeorar bastante y generar un desgaste político. Vemos muchos retrocesos en el campo de derechos humanos, del medio ambiente, de la ciencias y de la educación. Por todas estas razones, la imagen de Brasil ha empeorado mucho”, concluye Oliver Stuenkel.
Violencia policial
en Río de Janeiro
La violencia
policial también marcó el primer año de gobierno de Bolsonaro, especialmente en Río
de Janeiro, estado que es gobernado por Willson Witwel, un exjuez e infante
de marina conservador de 51 años.
Este personaje días
después de ser elegido, prometió "masacrar" a quien fuera atrapado
con un rifle. "La policía hará lo correcto", le dijo a un periódico.
"¡Apunten a sus cabecitas y disparen! Así no habrá ningún
error", recordó el 10 de septiembre de 2019 la BBC Mundo.
Entre enero y
julio, las operaciones policiales han ocasionado 1.075 muertes, un promedio de
cinco por día; el número más alto desde que se comenzaron a publicar cifras
oficiales hace 20 años. La mayoría de los asesinados son hombres jóvenes
y afrodescendientes. Y aunque muchos son presuntos delincuentes, muertos
en enfrentamientos con la policía. Entre las víctimas también se
encuentran un número desconocido de transeúntes desarmados, refirió
la mencionada BBC Mundo en esa oportunidad.
En octubre de este
año, el director de la oenegé Human
Rights Watch (HRW), Kenneth Roth,
denunció que Bolsonaro está
"atacando frontalmente" los derechos humanos en Brasil "con su
retórica y sus políticas", citó la Deutsche Welle en esa oportunidad.
El mandatario
alienta a la policía a usar la "fuerza letal sin adecuada justificación;
ha intentado debilitar el poder de la sociedad civil y de los medios; ha
atacado a los defensores de la selva, dado luz verde a la tala ilegal en la
Amazonía y ha socavado los esfuerzos para combatir la tortura", señaló
Roth, agregó la citada fuente.
A finales de
noviembre del pasado año, dos entidades brasileñas de los derechos humanos
denunciaron al presidente Jair Bolsonaro
ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en Holanda, por incitación al genocidio de
los pueblos indígenas, reflejó en esa oportunidad Prensa Latina.
En el documento se
señala la comisión de crímenes contra la humanidad y declaraciones de Bolsonaro que estimulan a la violencia
contra las comunidades nativas con medidas adoptadas por el Gobierno, como el
debilitamiento de la inspección de las áreas demarcadas en la Amazonia, donde creció un 29,5 por
ciento la deforestación por incendios y la tala de bosques.
Bolsonaro cumplió
su primer año creando más problemas que soluciones en Brasil y permitiendo que su régimen ejecutara una agresión
constante contra Venezuela.